Servicio analizó el comportamiento de más de 174 mil contribuyentes que adquirieron productos con factura electrónica e identificó más de 9 mil como de “alto riesgo”.

Seguramente a usted le han preguntado cientos de veces, cuando se acerca a una caja del supermercado, si quiere la cuenta de su compra con “¿boleta o factura?”. Ya sea se trate de productos para el hogar, artículos de aseo o pañales para bebé, la consulta se aplica igual.

Si no es dueño de una empresa, su respuesta debe haber sido “boleta”, asumiendo de esta forma el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), es decir, la recarga de 19% del valor del producto, que tiene como destinatario el Fisco. Pero si se trata de un empresario, tiene la alternativa de optar por factura, lo que entrega la posibilidad de declarar esa compra como gasto para producir la renta y descontar de la base imponible para el cálculo del impuesto a la renta que pagan las empresas por sus utilidades. Asimismo, la factura se traduce en un crédito fiscal por el pago del IVA, usado para descontar el pago de este tributo que es soportado por los consumidores finales.

Considerando la magnitud de los montos que estas operaciones conllevan, el Servicio de Impuestos Internos (SII) efectuó en julio un análisis especial sobre las compras en supermercados, de manera de lograr identificar dónde se encuentran las posibles “brechas” de cumplimiento tributario. Es decir, encontrar quiénes están abusando de su posición como empresarios para evadir su aporte al Fisco, en línea con el Modelo de Gestión de Cumplimiento Tributario que definió el Servicio para 2017.

Principales Resultados

Entre los principales resultados del análisis, en base a la selección de 174.677 contribuyentes receptores de facturas electrónicas por compras en supermercados, se identificó la emisión de 1.018.148 de documentos, los que se asociaron a un crédito fiscal IVA que asciende a casi $ 21.000 millones. Es decir, un descuento del pago de ese gravamen cercano a los US$ 33 millones en solo un mes.

Además, el levantamiento de datos del SII reveló las principales compras “sospechosas” de no ser necesarias para producir la renta y, por ende, descontar impuestos, entre las que destacaron adquisiciones de licores, pañales y artículos de bebé, vestuario, alimento para mascotas, témperas e insumos escolares, entre otros.

Geraldine Medel, jefa de Cumplimiento Tributario del SII, explicó que llevan adelante un programa de tratamiento para la estrategia integral de IVA, donde una de las aristas son las compras en supermercados.

Además de las compras “sospechosas”, en el sentido de que pueden no tener relación con el giro de la empresa, el SII también debe revisar que se cumpla la normativa referente al límite máximo de compras en supermercados introducida en la reforma tributaria de 2014, que estipula que cuando el monto total anual de gastos incurridos excedan de 5 UTA (en torno a $ 2,8 millones), las empresas deben declarar sus compras de manera separada en el Formulario 22 de renta.

Debido al volumen de las transacciones, el Servicio optó por focalizar sus esfuerzos utilizando su mapa de riesgos, con lo que encontró que 9.155 contribuyentes que recibieron facturas por sus compras en julio están calificados como de “alto riesgo”, es decir, son medianas o grandes empresas que tienen un historial de mal comportamiento tributario.

Alto Riesgo

“Este segmento representa un porcentaje mayor del IVA asociado a cada una de las facturas electrónicas, el 34% del crédito fiscal”, informó Medel, agregando que “al grupo de contribuyentes que manejan montos más elevados y tienen más riesgo, cuando estamos en terreno se les hace una entrevista indagatoria, lo que puede derivar en una multa por usar el crédito de manera indebida, además de rechazar sus gastos en la renta (cuando se revise en la Operación Renta 2018)”.

Pese a esto, la autoridad del SII indicó que aún no se encuentran en etapa de fiscalización, sino que están “trabajando la validación y certificación de las brechas, enviando correos electrónicos, realizando llamados, de manera que los contribuyentes puedan revisar si cumplen la normativa, y que puedan rectificar y corregir si se da el caso”.

Medel señaló que “nos interesa generar esta sensibilización y conocimiento en los contribuyentes, para que sepan si tienen o no derecho a crédito fiscal”.

De todas maneras, no todos se encuentran satisfechos con la actual normativa y plan de acción del SII. Expertos del área y empresarios afectados directamente por la norma han pedido revisar lo que les parece una fiscalización y control a su juicio excesivos, de manera de permitir un desarrollo más equitativo de su actividad frente a otras.

Con todo, y más allá del control de quienes realizan las compras, la jefa de Cumplimiento Tributario señaló que también se lleva adelante un reforzamiento a los supermercados para que entreguen facturas solo a quienes pueden emitirlas, “porque los contribuyentes tienen que cumplir ciertos requisitos, como exhibir el E-RUT (la aplicación digital del SII) para emitir una factura. No puede ir cualquiera y que se le emita la factura”.